sábado, 5 de febrero de 2011

The rubberband girl


Me encanta un juego que se llama “Si fuera”. Consiste en pensar en una persona y a base de que los demás te pregunten “si fuera un animal, ¿qué animal sería?, si fuese una materia ¿qué materia sería?”… y así hasta recoger el número suficiente de datos para componer de quién podría tratarse.


Si fuese un animal sería un cruce entre gacela y leona. Si fuese una materia sería seda. Si fuese un cuadro sería La noche estrellada de Van Gogh, o El grito de Munch. Si fuese una comida sería música. Porque ella come música.


Si la conoces, seguro que ya lo has adivinado. Si no la conoces, es ella, la más bella: Kate Bush.


No podía dejar de escribir sobre una de las compositoras y cantantes de más talento y menos visibilidad, al menos fuera de su país. Supe de ella por casualidad, porque todo en esta vida es una casualidad, empezando por nosotros mismos. Hay quien opina que es excéntrica y extraña, pero no lo es en absoluto. Es centrada, delicada, atemporal, fiel a sus gustos e impermeable a los de los demás.


Los temas de sus canciones son sorprendentes y atípicos, pero en el fondo, de andar por casa. No habla de lo que no sabe, lo que es bastante de agradecer.


Entre todos sus trabajos es realmente difícil decir “me quedo con este”. Casi todos son cautivadores. Pero voy a dejar dos de mis favoritos para que quien no la conozca tenga el placer y para quien ya ha disfrutado de estas joyas vuelva a hacerlo y sepa que aquí tiene una amiga.


El primero es “And so is love”, con Eric Clapton. El segundo es “A rocket´s tail”, basado en un relato de Oscar Wilde.


Como suele decirse: Kate, qué bueno que viniste.


http://www.youtube.com/watch?v=M9z4WRs44x8
http://www.youtube.com/watch?v=4EhmUghu7tI