sábado, 9 de julio de 2011

El por qué de "los perros"

Tengo tanto que agradecer a "los perros". Los que me conocéis sabéis a lo que me refiero. Para los que no lo sabéis, se trata de mi colaboración con una asociación de protección animal.


Ellos me devuelven a la realidad. A nuestra realidad. Me sacan del mundo artificial en el que casi todos nos solemos mover y que acabamos creyendo que es el nuestro, pero no lo es. Me ayudan a poner los pies en la tierra y recordar que pertenezco a la manada. Que soy un ser vivo con principio y fin. Que dependo de lo que me alimento. Que soy tan pequeña y tan pobre y a la vez tan grande y tan rica. Que soy parte de un ecosistema ya casi destruido por la arrogancia y la pobreza de espíritu del animal humano.


Todos los días nos levantamos y vamos a nuestros trabajos, a intentar demostrar lo listos que somos. Nos vemos teledirigidos por lo que creemos que deberíamos ser. Un personaje inalcanzable y siempre insatisfecho.


Pero ellos me ayudan a entender que todo es mucho más simple, porque nunca te juzgan por tu aspecto, ni por tu poder adquisitivo, ni por tu edad, ni por tu peso ni medidas. Ni siquiera saben si eres inteligente o retrasado. Solo perciben tu energía y tu disposición positiva.


Que me acepten en su manada es el mayor halago que jamás he podido recibir. Regálales un collar de diseño y ni se enterarán. Pero dedícales un poco de tiempo y unas caricias cargadas de cariño y serán el ser más feliz de la tierra.


En eso y en muchas cosas más somos iguales. Pensar de otra manera es el gran error que nos hará siempre infelices.