Escribir en un blog es como estar en una isla desierta, desde la que envías mensajes en una botella. Los puede recibir cualquiera. Puede leerlos, no leerlos, leerlos y devolverlos al mar. O leerlos, escribir una respuesta y esperar que se reciba. Puede no entender tu idioma. Hay muchos mundos, hasta en la puerta de al lado.